Antes de ir al cuerpo del artículo, sólo una reflexión. Como todas las cifras macroeconómicas, tales como el desempleo - mayor paro del planeta - , o el PIB - trucado, nuestro consumo energético indica que somos un 30 % más pobres que cuando empezó la crisis -, son desastrosas, muestran que nuestra economía está hundida, los medios de manipulación de masas ( MMM ) afines al gobierno, están vendiendo como un logro el hecho que España coloque deuda continuamente, que nos la quiten de las manos.
Esto es como si un empresario presumiese que su empresa cada vez debe más dinero a los bancos, ya que no puede presumir que su empresa cada vez gane más, porque que es justo todo lo contrario: gana menos.
En este caso, cualquier economista diría que esa empresa está quebrada, ya que ganando cada vez menos, su deuda aumenta. Pues bien, sustituyamos la empresa por España, y el resultado es idéntico: estamos quebrados.
Nuestra deuda pública real es ya del 140 % del PIB, y no deja de crecer. Sigue el típico esquema Ponzi, Madoff, pirámide, esto es: con la deuda que se emite, se va pagando los intereses de la deuda ya emitida, luego estamos atrapados en un círculo vicioso. Es de sentido común que esa pirámide de deuda, al no crecer nuestra economía, termine por aplastarnos.
Ayer cerró Transportes Buytrago. Despide a sus 900 empleados y a otros 1.100 autónomos, total 2.000 despidos. Estamos hablando de una empresa con más de 70 años de antigüedad, que no ha podido sobrevivir a esta crisis económica.
El sector del transporte es muy sintomático de la marcha de la economía de un país.
Estamos hablando de un constante goteo, un suma y sigue. La economía real nada tiene que ver con las milongas que nos cuenta el gobierno de cara a las elecciones del 25 del mes próximo.
Vamos ahora con el artículo.
Hasta 1960, aproximadamente, y al verse marginada del estadounidense Plan Marshall para la reconstrucción de Europa tras la II Guerra Mundial, España era un país paupérrimo.
Por esas fechas, Franco cambia a sus ministros " camisas viejas " de Falange, por tecnócratas del Opus Dei. Es la época, entre otros, de los famosos López: López Bravo, López Rodó y López de Letona.
Gracias a ese cambio, se produce el Milagro Español: el país crece desde 1960 hasta la muerte del Franco ( 1975 ), a una tasa media del 7% anual, llegando a darse años de un crecimiento superior al 13 %.
En 1975 estábamos entre las 10 primeras potencias económicas mundiales; teníamos la mayor flota pesquera del mundo y éramos los mayores constructores de buques del planeta.
Hagamos un inciso en la exposición, para reflejar un dato que no figura en los libros de historia, el que el día antes de ser asesinado por ETA, Carrero, en su entrevista con Kissinger, manifestó a éste la intención española de dotarse de la bomba atómica, intención que permaneció firme hasta 1984, año en que Felipe González la anula, toda vez que detiene la construcción de centrales nucleares en España y se rinde ante la ETA al paralizar Lemóniz.
Volvamos al artículo.
Estos grandes crecimientos económicos se fundamentaban en :
- El comienzo de la llegada a España de millones de turistas.
- Bajos salarios: así éramos más competitivos internacionalmente. De esa época data el pluriempleo. Por ese motivo, tantas marcas de automóviles se instalaron en España y hemos llegado a ser uno de los principales fabricantes del mundo.
- Una administración pública eficacísima. Por mucho que jamás lo reconozca nuestra progresía, en la España franquista apenas había corrupción. Hasta su muerte, Franco vivió sólo de su nómina de general de división, o sea, todo lo contrario que el Mataelefantes. Carrero Blanco no gastaba dinero ni en bolígrafos. Apenas había políticos profesionales y los pocos que existían, cobraban una merienda y ni se les pasaba por la cabeza meter la mano en la caja, ya que Franco no dudaría en encarcelarlos.
Por ejemplo, los diputados en Cortes sólo cobraban una pequeña dieta cuando asistían y en 1975, en España únicamente 5 alcaldes cobraban un sueldo, y más bien cortito: los de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao.
Por esa época sólo había 700.000 funcionarios.
- 3 millones de españoles emigrados que enviaban constantemente divisas, y que a su retorno, invertían todos sus ahorros en España.
- Un continuo crecimiento de la construcción, que nunca fue burbuja inmobiliaria.
De todo lo expuesto anteriormente, el gobierno no lo reconoce pero sólo pretende quedarse con un aspecto: los bajos salarios y pensiones para lograr competitividad y así hacer crecer la economía.
Pero esta vez no funcionará
- Porque el sector turístico no da para mucho más.
- Hoy hay más de 3 millones de funcionarios, buena parte de ellos jamás pasaron oposición alguna y se hallan enchufados en inutilidades que nos desangran, tales como televisiones autonómicas, embajadas folclóricas, ONGetas, oficinas para el seguimiento del calentamiento global, lehendakaritza, goberns y gilipolleces varias.
- La inmensa mayoría de los 3 millones de emigrados españoles carecía de formación, pero para ir a trabajar a Europa debían pasar un reconocimiento médico y presentar un certificado de penales. Emigraron para trabajar duro, no para vivir de prestaciones sociales. Pasados los años, casi todos volvieron a España invirtiendo aquí el dinero ahorrado en el extranjero.
Hoy nuestra emigración es muy distinta. Emigran empresarios, profesionales, universitarios, másters..., está emigrando lo mejor de la sociedad, y es una emigración de la que pocos volverán ya que teniendo empleos en el extranjero acordes con su formación, no retornarán a España para acoplarse a un empleo basura.
Por otra parte, padecemos a millones de pagapensiones que no hacen nada y que son responsables del 70 % de los delitos. Desde por la mañana ocupan los parques públicos como si se tratasen de áreas recreativas, y allí se pasan el día, rascándose la barriga, comiendo, bebiendo o jugando pachangas futboleras.
Jamás marcharán a su país. Cómo lo van a hacer si aquí Cáritas, o sea, España, les da gratis sanidad, vivienda, alimentos hasta el punto que los revenden, educación privada si quieren para sus vástagos; son los primeros a la hora de recibir prestaciones sociales, etc..., vamos, un chollo. Esto conforma un efecto llamada y por eso asaltan nuestras fronteras africanas. Extraños pobres éstos constantemente pegados a su smartphone.
Luego tienen las reagrupaciones familiares, que hace de factor multiplicador sobre esta invasión, y cuyo efecto podemos ver en la sanidad pública, que está reventada, o en el número de pensionistas, que aumenta exponencialmente ya que traen a sus mayores, que jamás cotizaron, a que cobren pensiones no asistenciales.
Los medios de manipulación de masas ( MMM ) nos dicen que los inmigrantes están marchando. Ésa es la orden que les dan los políticos para ocultar todo lo contrario, que cada vez hay más, que estamos asistiendo a un recambio poblacional. La casta podrida quiere mantener aborregado a un país al que per sé , no se le puede calificar de culto, concienciado ni despierto. Media España está viendo Sálvame y la otra media con el fútbol.
- Otra de las mentiras - en este caso, una verdad a medias - del gobierno es la cifra sobre venta de viviendas. Se está incrementando porque los extranjeros compran auténticos chollos en España. Por ejemplo, en Galicia se están vendiendo pazos, muy bien de precio, a ingleses o alemanes, y en Asturias un inglés compró un pueblo entero en Taramundi por sólo 45.000 euros.
Por lo mismo Bill Gates compró el 7 % de FCC, por lo mismo que se están vendiendo acciones, inmuebles, empresas, etc..., a extranjeros. Porque España está a precio de saldo y se están pagando sueldos y pensiones de miseria.
Es el propio gobierno quien, cínicamente, ofrece estas " virtudes " a los inversores extranjeros para que se decanten por España.
Además en España hay del orden del millón de inmuebles, tipo Pocerolandia, invendibles. Nadie los quiere, luego el sector de la construcción malamente podrá despegar cuando hay tal cifra de vivienda vacía en el mercado.
Todo está inventado. El gobierno quiere sacarnos de la crisis con una política ya utilizada durante el franquismo: sueldos y pensiones ínfimas. Pero acabamos de demostrar que esta vez no funcionará.