Alfonso XIII...
era hijo de Alfonso XII y su segunda esposa, María Cristina de Austria.
Este cachondo personaje, aparte de tirarse a todo lo que se movía y ser asiduo de lupanares, - tenía uno para él sólo en Chueca -era un gran aficionado al incipiente cine pornográfico de la época. Se cree que entró en contacto con ese mundo en sus viajes por Europa y Estados Unidos, y viendo que en España no había nada parecido, le encargó al Conde de Romanones que buscase a la gente adecuada para llevar a cabo la producción y realización de algunas películas porno para su disfrute personal. Fue el primer coleccionista de cine porno en España y en el Palacio de Oriente tenía una sala de proyección.
Conde de Romanones
El Conde de Romanones al menos encargó tres cortometrajes a los hermanos Ricardo y Ramón Baños, dueños de la productora barcelonesa Royal Films. Los títulos de las cintas son: El ministro, Consultorio de señoras y El confesor.
Fueron halladas recientemente por el productor José Luis Rado y el periodista Sigfrid Monleón .
Son cortometrajes ya que su duración no llega a la de una película y están fechados entre 1920 y 1926.
La Filmoteca de la Generalidad Valenciana se encargó de su restauración, con lo cual ya están al alcance de cualquier investigador.
Lo más gracioso del asunto, es que el monarca pornógrafo no sólo pagaba por estas pelis sino que a menudo sugería argumentos y situaciones en el guión.
La ajetreada vida sexual de Alfonso XIII queda reflejada en un suceso que ocurrió en un viaje a Hollywood de este Borbón vividor - follador.
Fatty Arbuckle era una estrella. Acababa de firmar un contrato que lo convertía en el actor mejor pagado del cine mudo del momento, y decidió celebrarlo con una fiesta con un par de amigos, chicas y alcohol.
[Chicas, alcohol, chicas, alcohol, botellas de champagne, chicas, botellas de champagne dentro de una chica, MÁS ALCOHOL, chicas-chicas-chicas. Hey, chicas, ¡ALCOHOL!, más adentro la botella de champagne, chicas, hey, hey. Sangre. SANGRE. Alcohol. Champagne. Sangre. Chicas...
¡ UY ! una muerta.]
Ficha policial de Fatty tomada a raíz de la bacanal que acabó con una chica muerta.
Alfonso XIII – ya derrocado rey de España y gran pornógrafo – estaba pasando una temporada en Hollywood, en la casa del actor Douglas Fairbanks quien, como excelente anfitrión, un día le preguntó:
Douglas Fairbanks: Majestad, ¿hay alguna estrella de Hollywood a quien desee conocer?
Alfonso XIII: ¡A Fatty Arbuckle!
Douglas Fairbanks: Mmmmm, vaya, Majestad. Me temo que eso no va a ser posible: desde que Fatty violó a aquella chica con una botella de champagne y le provocó una hemorragia de muerte (literal), Fatty no es – precisamente – un personaje popular en Hollywood.
Alfonso XIII: ¡Qué injusticia! Eso le podría haber pasado a cualquiera de nosotros.