El origen de la actual crisis económica está a continuación de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. Para contrarrestar el desplome bursátil subsiguiente- curiosamente, el de ayer fue aún mayor -, la contracción del consumo, y la desconfianza generalizada en la economía USA producidas por aquellos hechos, el por entonces gobernador de la FED Alan Greenspan, para reactivar la economía, bajó los tipos de interés norteamericanos hasta un ridículo 1 %, lo que en realidad representa una aberración: unos intereses reales negativos: empresas y particulares se lanzaron desaforadamente a pedir créditos.
En EE.UU se dio créditos hipotecarios a personas totalmente insolventes; gentes a las que la banca española les negaría hasta el saludo: éstas son las famosas hipotecas subprime. Luego, a estos créditos basura se les puso un nombre rimbombante - tal como hacen muchos restauradores, que ponen a sus platos nombres barrocos cuando son de lo más vulgar para así cobrarte un riñón - y fueron vendidos por todo el mundo; así se extendió la actual crisis por todo el planeta, como si de un virus informático se tratase.
Llegados a este punto quiero hacer una aclaración de importancia capital: en USA, si pides una hipoteca sobre un inmueble, y no la pagas, te embargan el inmueble y asunto concluído. En España, respondes de tu deuda hipotecaria con todo tu patrimonio e ingresos, presentes y futuros, así hasta el día en que te mueras. No sólo te embargan el piso - el cual, por cierto, un tasador judicial lo periciará a su valor real, no al inflado del tasador bancario - ; aún te queda el resto de la deuda, que se incrementará sumándole los intereses de demora, las costas judiciales, honararios de peritos, abogados, procuradores; te cobran hasta el taxi de los funcionarios que vienen a echarte de casa, hasta el cerrajero que cambiará la cerradura de tu expisito..., vamos: un panorama de pesadilla: la deuda contraída con el banco se puede incrementar hasta el infinito.
En España la banca siempre supo que los pisitos no valían ni de lejos las desorbitadas cantidades que por ellos se pedían, de ahí que en la mayoría de los casos solicitasen avales. También sabían que el euribor subiría no tardando, dejando atrapados a millones de hipotecados. La banca no quiere nunca llegar a embargar pisos, no es su negocio; su negocio es vender dinero. Lo que hará la banca llegado el impago es ir sobre el avalista - padres, suegros, cualquier incauto que haya avalado semejante tocomocho - y le desplumará.
No actuaron con la misma diligencia ciertas cajas de ahorro, y es que las cajas están infectadas y manipuladas por unos tipos que son unas auténticas medianías, unos patanes que solo se dedican a trepar, rapiñar y a practicar el nepotismo: los políticos.
Pedro Solbes, vicepresidente y ministro de economía de un gobierno que miente más que parpadea, acaba de asegurar que el sistema financiero español es sólido: es para echarse a temblar. A las pocas horas él mismo reconoce que lo que dice y lo que piensa no es lo mismo.
Solbes es el mismo tipo que dejó hundida la economía española tras perder las elecciones en 1996: tres millones de parados - el 23 % de la población en edad de trabajar- y la Seguridad Social en quiebra: el primer gobierno de Aznar hubo de recurrir a un crédito para poder pagar las pensiones de noviembre de 1996.
Este loco de la gestión pública lleva camino de superar su propio record de ineptitud: en los últimos cuatro meses la SS ha perdido más de medio millón de afiliados.
Volvamos al tema de las cajas de ahorro, las cuales, al estar carcomidas por la clase política y no ser gestionadas con criterios de eficacia, tienen todas las papeletas de ser las primeras en sucumbir a esta tormenta financiera. ¿ Cuál será la primera en pegar el petardazo ?
Yo apostaría por la más incompetente, la más socavada por politicastros, sindicalistos y toda suerte de enchufadillos del PRI$O€: Caja Castilla la Mancha: ha dado hipotecas a troche y moche y lo pagará. También tendrá problemas la Caja de Ahorros del Mediterráneo: otra que tal baila. Más cajas con el agua al cuello: la Kutxa, Caixa Galicia y Caja España.
Obviamente, el gobierno no las dejará hundirse: les dará nuestros dineros, y la banda de incompetentes que las capitanean se irán de rositas: esto es España y aquí solo van a la cárcel los pobres, y si no que se lo digan a Los Albertos, que con una sentencia condenatoria a pena de cárcel firme del Tribunal Supremo, se libraron del talego.
Si la situación no fuese tan dramática sería para reírse, hace pocas semanas el inefable ZP decía que estamos en la Champions League de las economías mundiales y, ante el panorama actual, Sarkozy convoca a los líderes de las naciones que de verdad cuentan en Europa, y de España ni se acuerdan, y es que para los países que de verdad cuentan en Europa y por los que se hizo la UE, estamos en el grupo de los PIIGS - Portugal, Italia, Irlanda, Grecia, Spain -.
En un post anterior hablábamos de la gran estafa planetaria que comete EE.UU imponiendo a todo el mundo la hegemonía de su moneda: el dólar.
Rompiendo los acuerdos de Bretton Woods y movido por el enorme gasto que para USA supuso la guerra de Vietnam, Richard Nixon en 1971 desvinculó la impresión de dólares, de las reservas de oro de Fort Knox. Desde entonces, USA le ha dado a la maquina de imprimir billetes tanta velocidad que podrían comprar 47 veces el planeta Tierra. Huelga decir que esta moneda carece de respaldo alguno.
Con este dinero, los USA han comprado el mundo y han financiado sus guerras por recursos - v. g. Afganistán e Irak -, y es que este tinglado económico mundial sólo se sostiene con un petróleo abundante y barato: bolsas, índices, dinero, mercados..., solo son entes para que los especuladores se forren a costa de los pardillos - lobos contra conejos -; lo que cuenta en nuestro mundo es el petróleo, el resto se puede amañar - estamos asistiendo al espectáculo cuasi cómico de ver a todos los líderes mundiales dar dinero público a entidades privadas, y luego nos dicen que no nos costará nada: ¡ Qué cinismo !; si no nos cuesta nada, démosles en vez de 50.000 millones de euros a los crápulas bancarios españoles, un billón; ya puestos, como " no nos va a costar nada ".
Nos toman por imbéciles. Este dinero es sólo un parche para que los grandes bancos y cajas paguen unas deudas que vencen en un plazo inferior a 15 meses, so pena de quebrar.
Este dinero apenas llegará a las pymes y al consumidor.
Dentro de pocos meses habrá que inyectar más dinero al sistema financiero, cuando se vea que tal medida no ha servido para nada: que casi no repercute en la economía real.
El crack norteamericano se viene evitando desde hace 15 años mediante constantes inyecciones de dólares por parte del estado, pero el sistema no da para más.
El ejército USA es la máquina de guerra más formidable de todos los tiempos, una máquina de guerra que invade por petróleo, pero en la aventura iraquí les ha salido el tiro por la culata: los USA se están desangrando económicamente.
Mediante su aplastante poder, EE.UU obliga a los países del tercer mundo a comprar sus bonos del tesoro - otra estafa - y, en el colmo de la desfachatez y como ya comentamos, no acepta en estas transacciones sus propios dólares; quieren divisa fuerte o directamente oro. Luego, cuando USA devuelve el valor de estos bonos del tesoro, lo hace en dólares, con lo que la estafa está consumada.
China tiene una reserva de dólares mayor que la de EE.UU y ya no quiere uno más, al contrario: pretende deshacerse de ellos pero no puede, si lo hace hundiría la economía norteamericana, que es su mayor cliente.
Y es que esto de las finanzas mundiales no es más que un enorme montón de estiercol a punto de derrumbarse. Fijémonos que los más ricos del mundo están acumulando oro físico, oro tangible, no fondos ni acciones ni nigún producto financiero referenciado al oro: ellos quieren oro puro y duro porqué conocen la enorme cloaca que es el sistema finaciero mundial.
La gran concentración de capitales en pocas manos; la dedicación de éstos a la especulación - burbuja inmobiliaria y financiera -; el abuso de esos instrumentos de casino que son los derivados, con su potencial de apalancamiento;el enorme gasto militar; etc..., unidos al hecho de la globalización financiera, acarrearán el desplome económico mundial.
