Del mismo modo que cualquier república donde la corrupción campa a sus anchas es calificada como república bananera, una monarquía en la que su familia real goza de total impunidad, ha de ser calificada como monarquía bananera.
Haciaelcolapso
España no es un estado de derecho, somos una monarquía bananera. Ya se vio en el caso URBANOR, cuando Los Albertos - íntimos amigos del rey - no fueron a la cárcel a pesar de tener una orden de ingreso en prisión cursada por el Tribunal Supremo.
Que no somos un estado de derecho, de personas iguales ante la ley, volverá a quedar patente cuando pasen los años e Iñaki Trincagarín no ingrese en prisión, y es que en España, monarquía bananera, los ciudadanos de a pie somos simples plebeyos. Cualquiera de nosotros que hubiese cometido una centésima parte de las tropelías que cometió este fulano, ya hubiese dado con sus huesos en el talego, pero el larguirucho yerno del rey tiene bula para hacer lo que le salga de las pelotas. Así de claro.
Quien nace chorizo, listo, trepa, trincón, ya apunta maneras desde pequeño.
Trincagarín, como todos los varones nacidos en los 60, tenía que haber hecho la mili. En su caso le correspondía Ceuta. Pero no, en lugar de hacer más mili que Franco, como nos tocó a muchos de sus coetáneos, este listillo alegó sordera y se escaqueó. Qué risa me da cuando le veo al lado de su suegro en el desfile del 12 de Octubre. ¿ Se puede tener el rostro más pétreo ?
Trincagarín tenía ya fecha para su boda con su novia por aquél entonces cuando Cupido lanzó un flechazo entre su corazón y el de la infanta Cristina. Nuestro " héroe " canceló a su novia y a los 6 meses ya tenía fecha de enlace matrimonial con la hija del rey.
Por esas fechas el espigado balonmanista, próximo al ocaso de su carrera, debía una gran cantidad de dinero por multas impagadas. Zarzuela hizo que se le borraran.
Tras casarse, el rey lo enchufó en Telefónica, ganando 60.000 € al mes, pero esto le debe parecer una minucia a esta mente preclara del empresariado español. A día de hoy ya se le han contabilizado más de 11 millones de euros que este listillo trincó en comisiones ilegales.
Por supuesto que toda la familia real sabía de las andanzas de este tío. La reina manifestó un total desprecio a los ciudadanos cuando en plena vorágine del escándalo acude a visitarlos a Washington.
¿ Qué sucederá con Trincagarín ? Pues que el consumao se lo va a comer su socio, Torres, éste sí irá al talego, pero el yerno del rey se irá de rositas y no devolverá nada de lo que trincó. Lo máximo, pasará una temporada en el extranjero hasta que escampe la tormenta.
Si somos un país serio ha de haber una gran movilización ciudadana para que se haga justicia y este tío termine con su largo esqueleto en una celda de 3 x 2, y cuidándose mucho cuando se agache en la ducha a por el jabón.
Manifestaciones, recogida de firmas, lo que sea, pero que se haga justicia.
Los españoles debemos ser ciudadanos libres e iguales, no siervos de la gleba, que es lo que se piensan éstos que somos.
Un saludo a todos los amigos.
