Nuestra civilización industrial ha podido desarrollarse gracias a la explotación de unos abundantes combustibles fósiles -petróleo,gas natural y carbón-; y al uranio, que la naturaleza ha tardado millones de años en crear. Los humanos los habremos consumido en menos de 200 años. Quedan alrededor de 30 años para que los hayamos agotado casi en su totalidad. Luego,nuestra civilización colapsará. Somos como el Titánic, nos hundiremos y solo los que viajen en primera clase se salvarán.
La Campana de Hubbert
Ésta es la cruda realidad:
Cénit de producción del uranio, en el año 1981.
Cénit de producción del petróleo convencional, en el año 2005, año cero de la Era Hacia el Colapso.
Cénit de producción de gas natural, estimado para 2020.
Cénit de producción de carbón, estimado para 2025.
Luego volveremos a la Edad Media, pero esta vez con 7. 000 millones de habitantes sobre la Tierra.
Ésta es la realidad, el resto pajas mentales tierraplanistas.
Cénit de producción del petróleo convencional, en el año 2005, año cero de la Era Hacia el Colapso.
Cénit de producción de gas natural, estimado para 2020.
Cénit de producción de carbón, estimado para 2025.
Luego volveremos a la Edad Media, pero esta vez con 7. 000 millones de habitantes sobre la Tierra.
Ésta es la realidad, el resto pajas mentales tierraplanistas.
La realidad no entiende de corrección política, mayorías, cuotas, ni opiniones consensuadas. La realidad, es.
Hacia el colapso
Hacia el colapso
viernes, 29 de febrero de 2008
Game Over.
Gráfica con la cotización del precio del petróleo Brent de los últimos seis años. Huelgan los comentarios.
Los pocos que hace años ya nos dimos cuenta que nuestra civilización industrial es insostenible, que un sistema económico basado en el crecimiento continuo es inviable en un mundo con unos recursos finitos, que la ignorancia de la función exponencial por parte de nuestra sociedad nos llevaría a la ruina, que el ahora tan cacareado término "desarrollo sostenible" es una contradicción, vemos que la actualidad económica nos empieza a dar la razón: el mundo está entrando en una crisis económica, cada vez más acusada, que nos llevará al definitivo colapso.
Hasta ahora, nuestra civilización industrial se sostenía porqué éramos unos pocos cientos de millones de occidentales sentados al festín capitalista; de este modo, el sistema podría haber durado unas cuantas décadas más, pero sucede que en los últimos años los pobres del planeta también se han sumado a la orgía: China, India, Brasil, "tigres" asiáticos, Turquía y un largo etcétera, comienzan a participar del festín, lo que ha acelerado el proceso de esquilmación de las riquezas de la madre Tierra: nuestro planeta apenas puede albergar de un modo sostenible a 1000 millones de personas y hoy hay en el mundo más de 6500 millones de habitantes que, lógicamente, aspiran a tener las comodidades que disfrutamos en occidente.
La crisis económica ahora en marcha ha comenzado al desmoronarse la gigantesca pirámide crediticia mundial, pirámide, que en lo más alto, alberga a Estados Unidos - la deuda USA es superior al PIB mundial; peor aún es el caso español: porcentualmente somos el país más endeudado del globo-.
El estadio final de este sistema crediticio lo encontramos tras los atentados del 11-S: Alan Greenspan bajó los tipos de interés USA al 1%, lo que suponen unos tipos de interés reales negativos. Con el dinero regalado, los norteamericanos se lanzaron a un paroxismo consumista que, unido al constante incremento de los precios del petróleo, desbordaron la inflación; resultado: el gobernador de la FED se vio obligado a subir los tipos de interés, dejando atrapados con deudas impagables a empresas, bancos y particulares.
Un dinero tan barato lanzó a los particulares a hipotecarse en viviendas nuevas - España es el paradigma de este proceso- lo que hizo que a la burbuja financiera se le sumase la burbuja inmobliaria.
En esta situación nos hallamos y, para que la tormenta sea perfecta, en mayo de 2005 se alcanzó el cénit de la producción petrolera mundial y, desde entonces, asistimos a una lenta caída de producción, que es sistituida por petróleo no convencional -carísimo de extraer- y por biocombustibles -caros de producir y que provocan hiperinflación en los alimentos-.
El motor económico de occidente está renqueando, comienza a pararse; para relanzarlo es condición sine qua non la disponibilidad de energía barata y abundante pero esta vez no la hay: el petróleo ha alcanzado los 103$ y seguirá subiendo hasta la estratosfera.
Estos son solo los primeros compases de la crisis que habrá de acabar con nuestra civilización industrial; lo más "interesante" viene a partir de 2012, fecha en la que se acusará radicalemte la caída de la Curva de Hubbert.
Los próximos cuatro años serán de estanflación (inflación sin crecimiento económico); las tensiones sociales irán en aumento -la receta de los economistas para conjurar la inflación es la congelación salarial, lo que sumirá a las capas más débiles de la sociedad en la pobreza. También asistiremos a multitud de huelgas de transportistas, pescadores, taxistas y de todo aquél que necesite combustible para desarrollar su trabajo.
A partir de 2012 asistiremos a la descomposición total de nuestra civilización.
El primer paso: las guerras por recursos energéticos.
Un saludo a los amigos.