Hasta el año 1859 habitaban la Tierra apenas 1500 millones de personas; la inmensa mayoría vivían en la miseria, en un mundo brutal y cruel que les deparaba una esperanza de vida de solo 30 años; pero ese año sucedió algo que cambiaría el devenir de la Historia: Edwin Drake perforó el primer pozo de petróleo, en Pennsylvania.

A partir de este momento da comienzo nuestra actual civilización industrial. El disponer de una energía abundante y barata - el petróleo- permitió potenciar el comercio, con lo que las clases populares pudieron abandonar la autarquía y accedieron a productos producidos o manufacturados a miles de kilómetros de distancia; por ejempo, en EE.UU los alimentos viajan una media de 4000 km entre origen y destino. También permitió la aparición del plástico, haciendo asequibles multitud de utensilios; el desarrollo de las medicinas -disminuyendo la mortandad y alargando la esperanza de vida-; la construcción de miles de autopistas, que potencian la movilidad; el desarrollo de la aviación; etc...; en fin: que la nuestra es la civilización del petróleo.
Mientras hubo abundancia de petróleo barato, la mayoría de los países occidentales implementaron un estado del bienestar, una fiesta continua a la que ahora -lógicamente- se quieren autoinvitar nuevos países -los BRIC, dragones asiáticos, repúblicas exsoviéticas, algún país de América latina, etc...-; pero sucede que todos estos postulantes a miembros del mundo occidental llegan demasiado tarde: en Mayo de 2005 el mundo alcanzó el céntit de producción de petróleo; el pico de extracción que jamás será superado.De esta noticia, una de las más importante de la Historia, no se ha hecho eco ningún mass media; al sistema no le interesa que trascienda a la opinión pública.