
Todo es energía. Sonidos, colores, sabores...son energía que dependiendo de a qué frecuencia vibre, se manifiesta de distintos modos.
La materia es energía ( E = m. c2 ), pequeñas cuerdas que vibrando a distintas velocidades, se convierten en diferentes cosas.
En nuestro mundo todo tiene su opuesto: ariba - abajo, blanco - negro, alto - bajo...salvo la energía: nada hay opuesto a la energía.
Nuestros pensamientos son energía, energía que repercute directamente en nuestro cuerpo: pensamientos positivos = salud; pensamientos negativos = enfermedad.
Nuestro universo ( foto superior ),tal y como ahora lo conocemos, nació a partir de una descomunal explosión - el Big Bang - acaecida hace 15.000 millones de años. A raíz de esa colosal explosión se formó la masa, el espacio, y el tiempo, por lo cual no tiene sentido hablar de qué había antes del Big Bang; del tiempo antes del Big Bang.
Desde ese momento, el Universo no ha dejado de expandirse, lo cual, indefectiblemente, lo llevará a la muerte.
Si el Universo tiene masa suficiente - escondida en la materia oscura, o en agujeros negros - para detener ese crecimiento, llegará un punto en que ese crecimiento se invierta y el Universo se contraiga hasta el punto primigenio en una gran implosión: el Big Crunch: Nuestro universo moriría a fuego.
Esta posibilidad abre un aspecto apasionante: ¿Estamos atrapados en un Universo palpitante en el que durante ciclos de billones de años se repiten nacimiento y muerte en un eterno latido?;¿Estaríamos nosotros repitiendo nuestra idéntica vida por toda la eternidad?
La religión hindú contempla esta posiblidad.
Si, al contrario, no hay masa suficiente como para detener la expansión del Universo, éste morirá por frío - el Big Chill - :las estrellas irán consumiendo su combustible nuclear hasta que todas mueran, convirtiéndose el Universo en una fría sopa de átomos.
El Universo está condenado a morir.
Algo parecido nos sucede a los humanos con la energía: al agotarse los combustibles fósiles ,nuestra civilzación está condenada al aniquilamiento, pero si algún genial científico llegase a encontrar la panacea, una fuente barata e inagotable de energía, sucedería que toda la humanidad se lanzaría desaforadamente a devorar esa energía y ,como toda reacción energética produce calor, liberaríamos tanto calor que destruríamos la Tierra.
Ésta es la gran paradoja de la energía: no podemos vivir sin ella, ni con una energía ilimitada.
© Copyright Enrique B. H. http://haciaelcolapso.blogspot.com/